Lo sabía. Pero no quería reconocerlo.
Entonces, cuando lo buscaban para interrogarlo sobre todo aquello que sólo él conocía, se teletransportaba al mundo al cual pertenecía, pero del cual no formaba parte.
Hasta que un día, cansado de tanto huir, se entregó al viento y, por primera vez en su vida, fue libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario